Archimboldo

   

     ARCHIMBOLDO, EL INCLASIFICABLE

 

                                                 

    Giuseppe Archimboldo: artista solitario en su época. Nació aproximadamente en 1527 en Milán y murió en 1593, también en Milán. Pintor, diseñador y artesano. Aprendió el oficio con su padre, Biagio Archimboldo. Como todo artista barroco, trabajó principalmente por encargo, sobre todo para las iglesias. Diseñó la gonfalone de la Iglesia de San Ambrosio en Milán y pintó la pared sur de la Catedral de Monza en Lombardía. Sin embargo, ninguno de estos trabajos previos dio indicios de sus obras más significativas, las cabezas compuestas de frutas, vegetales o peces, entre otras cosas. 
    Estas composiciones ingeniosas, la mezcla de objetos inverosímiles para perfilar un personaje, para muchos no fueron más que un chiste muy astuto. Pero hay algo más... La potencia de Archimboldo posiblemente significó la integración de diversos órdenes de la realidad: lo vegetal unido con lo humano (en pinturas como Invierno, Primavera); o lo humano fundido con el objeto ( como en El Bibliotecario). Archimboldo: pintor donde lo separado y aparentemente opuesto se engarza y funde en figuras comunes. Búsqueda de la unidad y superación del caos de lo múltiple y conflictivo. Magia de la unificación de los opuestos. Pintor que emplea la vara de la imaginación para tocar y transformar el mapa habitual del rostro humano o la superficie de una fruta o la lisura de la tapa de un libro. Aquí, en Temakel, nos acercaremos a la alquimia pictórica de un solitrario genio del Renacimiento mediante una galería con algunas de sus fundamentales obras. 

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© Temakel. Por Esteban Ierardo